La grava protege las superficies de los rayos UV y de las infiltraciones de agua, y ese es precisamente el motivo por el que a menudo se utiliza en la cubierta de los edificios de nuestras ciudades.
Con los sistemas de soporte para módulos fotovoltaicos Sun Ballast resulta muy fácil realizar una instalación fotovoltaica sobre este tipo de superficie.
Uno de los sistemas más frecuentemente utilizado para la realización de instalaciones sobre las superficies recubiertas de grava es, sin lugar a dudas, el sistema Este-Oeste de Sun Ballast: sólido y revolucionario, proporciona una amplia serie de ventajas.
El sistema Este-Oeste es una de las mejores soluciones cuando se quiere obtener una instalación de generación solar muy resistente al viento, una necesidad que puede ser particularmente importante para instalaciones realizadas en construcciones muy altas como edificios y bloques de apartamentos, cuando se dispone de poco espacio sobre la cubierta, pero también en los casos en que la exposición al sol del edificio esté lejos de lo ideal, de modo que no es posible realizar una instalación orientada hacia el Sur. La doble orientación, Este-Oeste, es la ideal no solo para su uso en condiciones de mala orientación, sino también cuando se quiere una producción de energía continua durante más horas el día, sin limitarse únicamente a las horas de mayor exposición.
En el sistema Este-Oeste los paneles se colocan adyacentes entre sí y esto se traduce en una evidente optimización de los espacios. Con esta solución también se aprovechan al máximo los espacios que suelen dejarse sin utilizar entre las distintas filas de paneles a causa de las zonas de sombra; además, las filas de módulos pueden interrumpirse fácilmente cada vez que se encuentren obstáculos. No solo eficiencia, sino también una gran versatilidad.
Otra característica importante del sistema Este-Oeste es la resistencia al viento debida precisamente a la particular disposición adosada que evita el efecto vela en los paneles y, por consiguiente, impide que vuelquen.
Ese es otro de los motivo por el que este sistema es particularmente adecuado para superficies de grava, ya que logra mantener una excepcional estabilidad incluso en caso de colocación directa de la estructura sobre la superficie. La resistencia y la estabilidad de la instalación puede aumentarse todavía más utilizando placas de unión para unir los lastres de soporte.
Optimización de espacios
Alta estanqueidad en el viento
Reducción radical del coste de Kw
Rápido instalar
Posibilidad de sortear obstáculos en la cubierta
